¿Alguna vez te han dicho que haces ruidos con los dientes mientras duermes? ¿Te levantas por la mañana con dolor de mandíbula o sientes que tus dientes están más sensibles? Si es así, podrías estar sufriendo bruxismo y no lo sabes. 

En Clínica Isdent, atendemos cada semana a pacientes con este problema, y muchos no eran conscientes de que lo padecían hasta que empezaron a notar los efectos. Hoy queremos hablarte de este trastorno tan común, sus causas, síntomas y, por supuesto, las mejores formas de tratarlo.

El bruxismo es un hábito involuntario que consiste en apretar o rechinar los dientes, sobre todo durante la noche, aunque también puede darse en momentos de vigilia. A menudo, esta acción pasa desapercibida durante mucho tiempo, hasta que empiezan a aparecer molestias o daños en las piezas dentales.

Causas más comunes

Una de las principales causas del bruxismo es el estrés. Vivimos a un ritmo acelerado, con muchas responsabilidades y preocupaciones, y todo eso lo somatizamos, muchas veces, a través de nuestros músculos faciales y mandibulares. Esa tensión acumulada durante el día puede manifestarse al dormir, en forma de bruxismo nocturno.

Además del estrés, hay otros factores que pueden influir: problemas de mordida o maloclusión, trastornos del sueño, consumo excesivo de cafeína o alcohol, y ciertas patologías neurológicas o del sistema nervioso central.

Tipos de bruxismo: nocturno y diurno

Aunque solemos pensar en el bruxismo como algo que ocurre mientras dormimos, también puede presentarse durante el día. El bruxismo nocturno es más difícil de detectar porque sucede sin que seamos conscientes. El bruxismo diurno, por otro lado, suele estar relacionado con hábitos como apretar la mandíbula en situaciones de tensión, concentración o frustración.

Ambos tipos pueden generar daños importantes si no se diagnostican y tratan a tiempo.

Identificar el bruxismo a tiempo es clave para evitar complicaciones. Afortunadamente, existen señales bastante claras que pueden ayudarte a saber si estás entre el grupo de personas que lo padece.

Síntomas más frecuentes

Uno de los síntomas del bruxismo más comunes es el dolor mandibular, especialmente al despertar. También pueden aparecer dolores de cabeza, tensión en el cuello, zumbidos en los oídos o incluso dificultades al abrir completamente la boca. Otro signo evidente es el desgaste dental, ya que el roce constante va limando el esmalte de los dientes, volviéndolos más sensibles y vulnerables.

En algunos casos, también se puede notar un chasquido al mover la mandíbula, o dolor al masticar alimentos duros. No todas las personas presentan los mismos síntomas, pero si te sientes identificado con varios de ellos, es hora de acudir a una revisión.

Consecuencias si no se trata a tiempo

Ignorar el bruxismo puede tener consecuencias serias para tu salud bucodental. Con el tiempo, el desgaste dental se vuelve irreversible y puede llevar a fracturas, pérdida de piezas dentales o necesidad de rehabilitaciones complejas. Además, la tensión constante puede inflamar la articulación temporomandibular (ATM), generando dolores crónicos y limitaciones funcionales.

Y no solo afecta a la boca: también puede influir en la calidad del sueño, aumentar el nivel de cansancio y afectar al bienestar general. Por eso es tan importante conocer cómo dejar de rechinar los dientes y buscar ayuda profesional cuanto antes.

En Clínica Isdent, ofrecemos distintas opciones de tratamiento para el bruxismo, adaptadas a las necesidades de cada paciente. Uno de los recursos más habituales es la férula dental de descarga. Esta férula personalizada se coloca durante la noche y protege los dientes del roce, además de ayudar a relajar la musculatura facial.

Pero el tratamiento no se queda solo en la férula. Es fundamental abordar también el origen del problema. Cuando el estrés y el bruxismo están relacionados, recomendamos trabajar la gestión emocional, ya sea con técnicas de relajación, ejercicio físico o incluso apoyo psicológico si fuera necesario.

En casos más complejos, combinamos la férula con otros tratamientos odontológicos, como ortodoncia, si hay problemas de mordida, o rehabilitaciones cuando ya ha habido pérdida de estructura dental.

En Clínica Isdent llevamos años tratando a pacientes con bruxismo desde un enfoque integral y personalizado. Nuestro equipo está formado por odontólogos con formación universitaria avanzada y experiencia clínica en áreas como ortodoncia, periodoncia, rehabilitación oral, estética dental y odontología conservadora. Sabemos lo importante que es no solo aliviar los síntomas, sino llegar a la raíz del problema para ofrecer soluciones duraderas.

Si crees que puedes estar padeciendo bruxismo o simplemente quieres resolver tus dudas, estaremos encantados de ayudarte. Porque cuidar tu sonrisa también significa cuidar tu calidad de vida.