Dormir bien es mucho más que cerrar los ojos unas horas. Es recuperar energía, reparar el cuerpo y también cuidar nuestra boca.

En Clínica Isdent, tu clínica dental en Pedrera, lo vemos cada día: muchas personas llegan a consulta sin imaginar que sus problemas dentales pueden estar relacionados con la apnea del sueño. Y es que la conexión entre apnea y dientes es mucho más profunda de lo que parece.

La apnea del sueño es un trastorno del sueño que provoca interrupciones repetidas en la respiración nocturna. En otras palabras, el aire deja de pasar por unos segundos una y otra vez durante la noche. Esto, además de impedir un descanso nocturno reparador, puede afectar directamente a nuestra salud bucodental. Cuando la respiración se interrumpe constantemente, el cuerpo entra en alerta, y la boca también lo nota.

Tipos de apnea del sueño y sus causas principales

Existen tres tipos:

  1. La apnea obstructiva: los músculos de la mandíbula y la lengua se relajan tanto que bloquean el paso del aire. Entre las causas más frecuentes encontramos el sobrepeso, la maloclusión dental, el consumo de alcohol o incluso ciertos rasgos anatómicos, como una mandíbula más pequeña o un paladar estrecho.
  2. La apnea central: es menos común, pero no por ello menos importante. En este caso, el problema no está en la obstrucción de las vías respiratorias, sino en el cerebro. Es decir, el cerebro deja de enviar la señal a los músculos encargados de respirar durante unos segundos. Suele aparecer en personas con enfermedades neurológicas, insuficiencia cardíaca o que utilizan ciertos medicamentos. Aunque no causa el típico ronquido de la apnea obstructiva, sí provoca despertares frecuentes y una sensación de agotamiento constante al día siguiente.
  3. La apena mixta: combina características de la obstructiva y la central. Al principio, el episodio comienza como una apnea central (el cerebro no manda la orden de respirar) y termina como una apnea obstructiva (el aire no puede pasar por el bloqueo en la garganta). Este tipo requiere una valoración cuidadosa, ya que suele necesitar un tratamiento conjunto entre especialistas en sueño y odontólogos para controlar tanto las causas neurológicas como las físicas que impiden una buena respiración nocturna.

Consecuencias de la apnea del sueño en la cavidad bucal

Cuando dormimos con la boca abierta por la apnea del sueño, la saliva se evapora más rápido y aparece la sequedad bucal. Esto no solo genera mal aliento, también deja desprotegidas las encías y los dientes frente a las bacterias. Con el tiempo, pueden aparecer encías inflamadas, sensibilidad o incluso caries. Y si añadimos la falta de oxígeno que acompaña al trastorno, el tejido oral se resiente todavía más.

La verdad es que la relación entre sueño y salud dental es más estrecha de lo que pensamos. En nuestra experiencia, muchos pacientes con apnea del sueño presentan bruxismo o desgaste en el esmalte. Y a veces ocurre justo al revés: una mordida desalineada puede contribuir a que la apnea leve o moderada empeore. Todo está conectado.

Bruxismo, desgaste dental y dolor mandibular

Si alguna vez te has levantado con dolor en la mandíbula o con la sensación de haber mordido toda la noche, probablemente hayas sufrido bruxismo. Este hábito inconsciente suele aparecer como respuesta del cuerpo para intentar mantener las vías respiratorias abiertas. El resultado: desgaste dental, músculos tensos y un cansancio que no se va ni con café. En estos casos, solemos recomendar una férula de descarga adaptada a cada paciente, que protege las piezas dentales y ayuda a relajar la musculatura.

Sequedad bucal, encías inflamadas y halitosis

Dormir con la boca abierta, algo muy común en quienes roncan por la noche o sufren apnea severa, provoca sequedad bucal. La falta de saliva altera el equilibrio natural de la flora oral, y eso puede traducirse en halitosis o encías inflamadas. Muchas veces, los pacientes nos cuentan que se despiertan con la lengua pegada al paladar o con una sensación de ardor en la boca. Son señales claras de que algo no va bien en la respiración.

En Clínica Isdent trabajamos con un enfoque global. Sabemos que la odontología del sueño no trata solo de los dientes, sino del bienestar completo de cada persona. Nuestro objetivo es ayudarte a respirar mejor, dormir mejo y, por supuesto, sonreír mejor.

Dispositivos orales y férulas de avance mandibular

Los dispositivos de avance mandibular son una solución práctica y cómoda para muchas personas. Se trata de férulas personalizadas que adelantan ligeramente la mandíbula durante la noche, evitando que las vías respiratorias se colapsen. No son aparatos molestos: con unos días de adaptación, se convierten en aliados silenciosos que reducen los ronquidos y mejoran el descanso nocturno.

Hábitos y cuidados complementarios para un mejor descanso

Además del tratamiento odontológico, hay pequeños gestos que marcan una gran diferencia. Dormir de lado, mantener un peso saludable, evitar el alcohol antes de acostarse o practicar ejercicios orofaciales pueden ayudar a reducir los episodios de apnea. Son hábitos sencillos, pero tremendamente eficaces cuando se mantienen en el tiempo.

En Clínica Isdent, llevamos años dedicándonos a cuidar sonrisas y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Nuestro equipo de odontólogos, con formación en ortodoncia, periodoncia, rehabilitación, estética dental y odontopediatría, ha tratado numerosos casos donde la apnea y los dientes estaban estrechamente relacionados. Y es que, al final, nuestra misión es clara: ayudarte a dormir mejor, respirar mejor y disfrutar de una salud bucal que te haga sentir bien por dentro y por fuera.